Sé que algunas, que algunos, de los que nos seguís lo hacéis desde otros países, y por eso hoy os voy a llevar de visita virtual a la 32 edición de ARCO, que se está celebrando estos días en Madrid.
Para empezar, a tí te invito a subir la escalera de Jasper Niens para observar la feria desde otro ángulo.
No soy una entendida en arte, y menos del moderno y contemporáneo, pero me gusta disfrutar de él, atreverme a descubrir lo que encierran las obras, e imaginar lo que pensaba el autor al crearlas, transportarme a mundos imaginarios, … Y eso y mucho más se puede hacer en esta feria. No es muy barata la entrada, pero es que lo que hay en el interior también es exclusivo y especial. Es tener la posibilidad de visitar un montón de galerías de todo el mundo en un mismo espacio, bueno…dos, porque hay dos pabellones.
En ellos hay lugar para las conferencias (Foro), para el arte visto desde los ojos de un niño y por una buena causa (Arco Kid’s), para abrir la puerta a nuevos países y creadores (Opening); hay espacio para lo actual, el comercio online de arte (Paddle 8), y como en cada edición, hay un país invitado. Esta vez es Turquía.
Mucho se ha escrito y dicho estos días sobre la feria, así que yo solamente voy a tratar de transmitirte algunas sensaciones…si soy capaz. El resto, la imaginación y el sentimiento, lo tienes que poner tú.
Como siempre, hay stands que siembran polémica, sobre temas políticos de actualidad, o asuntos sensibles como el » robo de niños» hace años en España, y que afecta a tantas familias hoy en día (collage de recortes de periódicos y otros documentos de Nuno Nunes-Ferreira).
Por supuesto siempre hay espacio para los clásicos… Picasso, Chillida, Tapies, Saura, Miró, Luis Gordillo, Jaume Plensa…. De este último es una escultura en alabastro maravillosa de un busto femenino.
Puedes encontrarte con efectos visuales interesantes que hay que ir descubriendo en cada stand, con papel perforado o con alfileres, por ejemplo.
O con fotografías de diversos estilos y tratamientos. No podía faltar Cristina García Rodero, con esas imágenes de iluminación tan especial (serie Georgia); o los paisajes del Congo de Richard Mosse y su técnica de infra-red.
Los cuartitos oscuros a veces revelan sorpresas audiovisuales impactantes. Otros stands traen obras indescriptibles, por lo simples, raras o absurdas. Aunque en esta edición, desde mi conocimiento incompleto, diré que veo obras menos arriesgadas en lo extraño, y más trabajadas en su ejecución y concepto.
Por ejemplo, me ha gustado este montaje en blanco y negro sobre proyectos no ejecutados de Le Corbusier (para la India en los años de la década de 1950, o Argelia 1939) de Dionisio González. Construir para deconstruir después. Se llama » En algún lugar, ninguna parte«.
Para terminar te dejo con una imagen de la «Capsula do tempo futuro», de Luiz Zerbini.
En el arte, como en la vida y en este mundo…
…todo es cuestión de perspectiva.
¿No te parece?