Hoy quiero dedicar este artículo a todas las mujeres que de alguna forma se sientan identificadas con lo que escribo unas líneas más abajo.
En general, mujeres fuertes, que se levantan cada día a pesar de las piedras del camino de la vida.
Hoy no iba a escribir sobre esto. Pero estaba viendo hace un rato un programa de televisión en el que hablaban de la difícil situación económica en España y de cuánta gente había en el paro. Triste. Y los sentimientos han sido más fuertes a la hora de sentarme ante el teclado.
Muchos hombres, muchas mujeres, gente joven y «gente mayor de cuarenta» a la que le es muy dificil encontrar trabajo. ¿He dicho 40? Si. ¡De mi edad! Y para muchos soy ya muy mayor, una «vieja«. Pues a todo el que quiera leer le diré que que la edad, con sus ilusiones, se lleva por dentro. Y que yo espero ser joven hasta que las arrugas de fuera me digan un día que ya no podré sonreir más.
Y hasta entonces seguiré intentando atrapar instantes mágicos cada día.
En las «eternas» vacaciones escolares que hacen inmensamente felices a los niños y acaban a veces con gran parte de la paciencia de sus madres/padres.
En los frenéticos inicios escolares, cuando ya no sabes si has comprado todo el material; si has terminado de forrar los libros o te falta alguno; cuando corres de un lado a otro tratando de encontrar la nueva clase de tu hijo/a llevando a tus niños/as corriendo también detrás; las carreras preparando almuerzos, ropas de los niños, uniformes… ¡una locura!
Un instante mágico incluso en ese sentimiento de culpa por dejarles en el colegio, o en el instituto…y atreverte a esbozar esa leve sonrisa como diciendo: ¡Por fin…un poco de paz, tiempo para mi, vuelta a la normalidad!
Y en esa sonrisa de tus niños/as cuando les recoges y te cuentan felices todo lo que han hecho durante el día. En ese instante… todo «lo importante de los mayores» se vuelve muy diminuto porque su pequeño mundo especial gira de manera diferente al tuyo. ¿Será la forma correcta de observar la vida? ¿En qué momento dejé de mirar así?
Y qué me dices de ese primer día de vuelta al trabajo, con su atasco correspondiente, o el poco espacio en el metro, el compañero borde que se sienta al lado… Pues mira bien porque seguro que ahí, al igual que en otras muchas situaciones que ahora mismo te vienen a la mente, también hay instantes mágicos.
Como cuando escucho una melodía de un artista callejero, me giro para observar mejor su actuación y me sonríe. Entonces noto que mis pisadas ya no son iguales. Se mueven al ritmo de la música y mis ojos brillan. 🙂
Hay muchos momentos especiales a lo largo del día. Presta atención, mira de otra manera y podrás descubrirlos.
Para terminar quiero compartir contigo unas palabras de Paulo Coelho:
«El instante mágico puede estar escondido en la hora en que metemos la llave en la puerta por la mañana, en el instante de silencio después del almuerzo, en las mil y una cosas que nos parecen iguales. Ese momento existe: un momento en el que toda la fuerza de las estrellas pasa através de nosotros y nos permite hacer milagros.»
Así que… busca tus instantes mágicos, positiva tu vida y cree en tí.
Autora: Irune Gómez – La Mujer Pulpo
AniMayo
A mi me sigue repateando un egg que muchas de las ofertas y cursos sean para "menores de 30 años"... y los mayores?!?!?!?!está la cosa muy jodida...¬¬
candelayplata
Gracias Laura por dar a conocer esta zona tan desconocida. Esta muy bien dscrita