
Autora: Brenda Oliveros
/// Voy a contarte una historia real que me llena de satisfacción y tal vez te identifiques con mis protagonistas. Los nombres que aparecen en la historia son ficticios.
En 2018, junto a mi marido, decidimos cambiar a nuestro hijo pequeño a un colegio más inclusivo y con énfasis en su integración social.
Así conocí a Patricia, la madre del mejor amigo de mi peque. Nos hicimos buenas amigas y con el tiempo se dio cuenta de cómo “ayudamos a pymes y autónomos a impulsar su negocio con productos y servicios digitales” en nuestra empresa familiar.
Pues bien, ella es autónoma y sabía que dos de sus colaboradores, pagaban a una empresa para conseguir potenciales clientes por internet. Entonces, me recomendó sabiendo que podía confiar en mi criterio y servicios.
Lo primero que hice fue revisar su presencia digital y analicé el centro neurálgico de toda estrategia online: su página web. Visualicé excelentes oportunidades para ayudarlos y programamos una reunión para conocernos.
A mediados de diciembre de 2018, me reuní con ellos. Juan y Andrés, que así se llaman, me contaron que habían firmado un contrato de un año con una empresa dedicada a marketing digital para PYMES. La experiencia les había resultado traumática. La inversión había sido alta para su negocio y no obtuvieron ningún cliente con los servicios de aquella empresa.
Me llamó mucho la atención que su negocio iba de varios servicios relacionados con proyectos de iluminación LED y sin embargo, cuando visité su web, me pareció que vendían artículos de iluminación.
Durante la reunión me contaron que su PYME necesitaba captar clientes por medios digitales, ya que ellos invertían demasiado tiempo visitando posibles clientes y querían dedicar más tiempo a trabajar en su negocio. Como habían oído que por internet podían lograrlo, me propusieron que les hiciera una campaña publicitaria en Google Ads.
Andrés me decía que no creía necesario cambiar la web y que desde luego para su sector era una buena web. Además, no pensaba tirar a la basura todo el trabajo que había hecho, pues le había dedicado muchas horas de trabajo y apenas la habían pagado hace 2 años. Claro, yo iba preparada con una serie de preguntas que los llevara a la conclusión de cambiarla y crear una buena estrategia digital para lograr su objetivo.
● ¿Cuando alguien entra a tu web sin saber nada sobre tu negocio logra enterarse de lo que les ofreces?
● ¿Brinda información que potencie la confianza en tu negocio?
● ¿Muestra información actualizada cada cierto tiempo?
● ¿Tiene una llamada a la acción clara para que hagan lo que te has propuesto como objetivo de conversión (ej: llamada telefónica o contacto vía mail, etc)?
● ¿Si alguien quiere llamar rápidamente desde su smartphone se activa la opción de llamar cuando dan clic sobre el número o el icono de teléfono?
● ¿Muestra la información bien organizada para que tu público objetivo no se disperse?
● ¿Se puede ver bien en dispositivos móviles y tabletas?
● ¿Tiene certificado de seguridad?
● ¿Está posicionado por alguna keyword en Google de manera orgánica (sin pagar)?
● ¿Tiene los archivos técnicos sitemap.xml y robots.txt necesarios para que los buscadores rastreen e indexen tu web?
Para ellos fue bastante decepcionante darse cuenta al ir contestando las preguntas, que la web actual, no estaba realmente encaminada a conseguir posibles clientes.
Con sus respuestas, les expliqué cuál es el engranaje mínimo que debe tener una empresa en internet para tener una buena reputación y apoyar el plan de ventas. Además, les recomendé un plan estratégico para visibilidad online, iniciando por crear una página web que mostrara sus servicios y por qué contratarlos.
¡Qué reunión más larga y tensa! Yo estaba segura que los podía ayudar, pero sentí que mi mensaje no los había tocado. Aún así, les dejé 2 presupuestos por si decidían dar el paso.
Para mi sorpresa, el 2 de enero del año pasado (2019) recibí una llamada de Andrés diciéndome que les creara una nueva web.
En las siguientes semanas nos reunimos varias veces para recopilar la información necesario sobre sus servicios, competencia y su valor diferencial.
Durante el proceso, reorganizamos sus servicios, imagen corporativa, colores de marca y su forma de mostrarse a los visitantes para hacerlos más atractivos y lograr que contactaran con ellos.
En mayo teníamos toda la web lista, con sus contenidos escritos con técnicas de persuasión, imágenes, una estructura organizada para hacer llegar su mensaje claramente, optimización para buscadores, buena usabilidad y una carga de menos de 1 segundo.
Su web comenzó rápidamente a posicionarse en las intenciones de búsqueda propias de su negocio y en 4 meses uno de sus servicios ya se encontraba en primeras posiciones en Google.
El siguiente paso que les propuse fue invertir en campañas publicitarias en Google, marketing de contenidos (post) y en conseguir enlaces entrantes a su web para lograr mayor autoridad en los buscadores.
Al final decidieron empezar por una pequeña campaña durante un mes (noviembre) y según los resultados ir aumentando su inversión.
Durante ese mes de campaña, lograron llamadas y mensajes de posibles clientes casi a diario, un contrato y están a punto de cerrar otros 3 captados durante ese mes. Así que han renovado su campaña y ya están planteándose el paquete de marketing digital que les ofrecí.
Ya sabéis, para las pequeñas empresas sacar dinero para invertir es complicado, pero esta vez os digo que estoy esperando su llamada en el primer trimestre de este año (2020) para decirme que vamos a por el siguiente paso para crecer más.
Actualmente, han dejado de ir a rebuscar posibles clientes, ya que éstos les llegan gracias a su estrategia digital.
Autora: Brenda Oliveros (Stratus Media Solutions)
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Web: www.stratusmedia.io