Una vez ya jubilados (y con nuestros pequeños achaques) pensamos, mi marido y yo, en ir a un balneario a relajarnos un poquito. En esta ocasión decidimos ir al norte de Cáceres, a Baños de Monte Mayor. La fecha, primeros de noviembre de 2012.
Tuvimos suerte y sólo llovió un par de días. Así pudimos disfrutar recorriendo la zona y «descubriendo» lugares muy especiales.
Granadilla es un pueblo que en los años sesenta quedó totalmente vacío a causa de la construcción del embalse Gabriel y Galán. Está amurallado y cuenta con un palacio-castillo en la entrada. Los granadillanos y sus descendientes suelen regresar al pueblo y reunirse dos veces al año, para las fiestas del 15 de agosto, y el 2 de noviembre, y así recordar a todos sus difuntos.
Tiene un horario de visitas para recorrer sus calles. Actualmente se encuentra en el programa de «recuperación de pueblos abandonados«, a través del cual estudiantes de toda España se ocupan de diversas tareas de restauración, cuidado de animales, jardines, huertas… Es realmente precioso de ver. Está desierto… pero transmite una sensación al recorrer sus calles, como si en cualquier momento fuera a cobrar vida. ¡Merece la pena visitarlo!
Unos kilómetros más arriba y ya en la provincia de Salamanca, visitamos La Alberca, situado cerca de la «Peña de Francia«; un municipio con unas fachadas en sus casas muy singulares.
Cuando se recorren sus estrechas calles, piensas que estás en una judería; sin embargo parece ser que es la unión de varias culturas a través de los siglos lo que hace de este sitio algo tan especial.
Lugares preciosos que junto con los colores propios del otoño ( que fue cuando nosotros estuvimos allí) , hace que te queden ganas de volver nuevamente. En primavera estará aún más bonito…así que…aqui te dejo esta propuesta de fin de semana para que vayas planeando una escapada.
Autora invitada: Carmen Gómez
Carmen nació en la provincia de Soria a finales de los años cuarenta. Ahora reside en Madrid.
Mujer activa, con iniciativa y en constante movimiento. Carmen vive cada día con la misma ilusión de cuando las arrugas no se le marcaban en el rostro, y afronta la vida preocupada siempre por los que más le importan.
También es voluntaria desde hace tiempo en una residencia de ancianos ; y es una verdadera mujer pulpo que, predica con su ejemplo que aunque en la vida haya piedras en el camino y te caigas tienes que levantarte y poner tu energía positiva en conseguir todo lo que te propongas.