Cualquier excusa es buena para visitar el precioso pueblo madrileño de San Lorenzo de El Escorial, pero si además queremos disfrutar de un plan navideño en familia no podemos perdernos su ya mítico Belén gigante. A partir del domingo anterior al día de Nochebuena hasta después del día de Reyes, y desde hace bastantes años, el centro histórico de San Lorenzo de El Escorial se convierte en un mágico belén recreado por más de 500 figuras que son realizadas artesanalmente por voluntarios del municipio.
Si después de contemplar el Belén y de dar un paseo obligado por los jardines del Monasterio y sus alrededores, queremos reponer fuerzas, algunos restaurantes muy recomendables para ir con niños son: el mesón La Cueva, El Horizontal, Las Viandas e incluso el antiguo y exquisito Cafetín Croché (cualquier tapa, cóctel, café o dulce de su carta está delicioso).
Las tiendas de artesanía repartidas por el centro del pueblo también merecen una visita, no son especialmente baratas pero podemos encontrar auténticas maravillas en bisutería, espejos, figuras, etc.
Debemos tener en cuenta que los fines de semana este pueblo serrano es uno de los más concurridos de la zona por lo que, si tenemos pensado visitarlo durante las fiestas es mejor planificarlo para un día laborable. De este modo, nos resultará más cómodo aparcar en una zona céntrica, encontraremos menos multitud para pasear por las calles y poder perdernos entre las figuras del Belén, y además será más fácil encontrar un buen sitio para comer.
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Autora: Laura González – La Mujer Pulpo