Hace tres días pude extender uno de mis tentáculos y tener un poco de «vida social» con una amiga.
¡Qué difícil es a veces cuando hay niños y trabajo diarios!
¡Y qué necesario también!
Fui con ilusión a «mi cita» y volví «ilusionada» de ella. Esos ratos me recargan de energía. Gracias, amiga (tú sabes quien eres) por las confidencias, las miradas y pensamientos compartidos y ese «kleenex» (pañuelo de papel) taaaan necesario en nuestro caso, que somos de lágrima fácil. Esta vez, uno de los momentos de «lágrimas escapadas» fue cuando entró en escena el «Poema de amor para nadie en particular«.
Fuimos al cine. La película la eligió ella: «Las Sesiones«, protagonizada en sus papeles principales por John Hawkes y Helen Hunt. ¡Y qué acierto!
En el momento de acercarnos con el coche al cine, pensé en escribir este artículo. Así que durante la película…decidí tomar algunas notas. Ponte en situación: silencio, emoción contenida por los diálogos, oscuridad… y yo apuntando con mi bolígrafo morado sobre una servilleta de papel.
¡He aqui la prueba!
Lo primero que escribí es una referencia al «coito», cuando, en una charla entre el protagonista y su cuidador, éste le cuenta que «el coito está sobrevalorado pero es necesario«.
La película está basada en hechos reales, en la vida del periodista y poeta Mark O´Brien. Y trata un tema a veces desconocido para quienes como yo no tenemos un problema de movilidad o físico de algún tipo. ¡Cuánto hay que aprender de la fortaleza de estas personas!
En la película hay sexo…bastante, pero también hay humor, y amor, y religión; y hay amistad, ilusiones, necesidades (de todos los personajes), ternura, fuerza vital…(Si puedes, ve a verla y me lo cuentas).
La actriz Helen Hunt realiza un papel muy valiente al ponerse en la piel (nunca mejor dicho) de una sustituta sexual que trabaja en conjunción con una terapeuta sexual ayudando a las personas con ese tipo de problemas. Podéis conocer más sobre sobre la verdadera Cheryl Cohen Greene y la profesión de «sustituta sexual» (que no es lo mismo que prostituta) en este enlace.
De la película no te voy a contar más. Pero te diré que a mi me ha servido para acercarme a otra realidad paralela a la mía y emocionarme durante el tiempo de proyección del film. Incluso ahora que estoy escribiendo sobre ello.
A continuación… varias cosillas que anoté en mi servilleta:
Palabras que le dijo el amigo-confidente-sacerdote a Mark (en el doblaje castellano) – «Te sugiero que trates de disfrutarlo más. Eres poeta. Sé romántico» o «El amor es un viaje«.
O algo que me hizo sonreir y que dijo una de las cuidadoras de Mark, hablando sobre el uso de los términos, más coloquiales o más formales, del órgano sexual masculino. Decía que llamarlo pene «suena a verdura insípida que no te apetece comer«.
Otra cosa que me llamó la atención fue la figura del gato en la casa del protagonista. Y pensé en…el gato como símbolo de lo femenino y sensual. Profundizando en ello he encontrado este enlace al respecto en el que dice que «cuando un hombre sueña con gatos, quiere decir que se avecina un buen tiempo en el terreno sexual y/o amoroso».
Esta película se basa en su mayor parte en el ensayo «On Seeing a Sex Surrogate», aparecido en la revista Sun en 1990. (Por si quieres saber más…)
