Clásicas y Modernas organizó en Segovia una jornada donde mujeres de diversas disciplinas debatieron y reflexionaron acerca de los feminismos en la actualidad, las conquistas recientes y los desafíos pendientes para lograr un mundo mejor para todas las personas.
El feminismo está en boca de todos. Pero en particular de todas. Aunque el término sigue teniendo algo de mala fama, demostrada en el reciclado insulto “feminazi”, es indiscutible que en el último tiempo las feministas en todo el mundo están encabezando acciones que no pasan desapercibidas ni para los medios ni para la sociedad. Prueba de ello son desde el #NiUnaMenos nacido en Argentina pero que se propagó por todo el mundo con especial anclaje en América Latina; el Paro Internacional de Mujeres y las masivas movilizaciones con motivo del 8 de marzo; las campañas como #MeToo y todas las acciones en España para acompañar y apoyar a la víctima de los integrantes de la autodenominada Manada o repudiar el lamentable fallo del Tribunal Superior de Justicia de Navarra.
Para reflexionar y debatir sobre el feminismo en la cultura contemporánea, la organización Clásicas y Modernas organizó el pasado viernes 20 de abril unas jornadas que tuvieron lugar en la Casa de la Lectura de Segovia. Alli, mujeres (y algunos pocos varones) de diversas edades y disciplinas debatieron y reflexionaron acerca de los feminismos en la actualidad, las conquistas recientes y los desafíos pendientes para lograr un mundo mejor para todas las personas.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de Clara Luquero, alcaldesa de Segovia, quien definió el Paro de Internacional de Mujeres como un “8 de marzo de complicidades” y afirmó que “no nos conformaremos con lo conquistado”. Ana Caballé, presidenta de Clásicas y Modernas, señaló que las mujeres son las principales consumidoras de cultura: “Estamos soportando el peso de la cultura española y sin embargo nuestra visibilización y el protagonismo de las mujeres en el diseño de las políticas culturales es mínimo”, denunció. Por último Raquel Crespo, Subdirectora del Instituto de la Mujer, que patrocinó el evento al igual que la Dirección General de Industrias Culturales y del Libro, brindó algunos datos sobre la desigualdad en el país y opinó: “Está en marcha una revolución política y social”.
Sexismo, androcentrismo, género y patriarcado repercusiones en la creación literaria
Rosa María Rodríguez Magda y Victoria Sendón de León, filósofas y escritoras fueron las ponentes de la primera mesa. Rodríguez Magda hizo un repaso de la trayectoria de algunos conceptos claves de los feminismos en sus sucesivas olas. Más que respuestas, la autora de Sin género de dudas llevó interrogantes en relación con la vigencia y significación de palabras como género, mujeres y patriarcado. “Necesitamos una renovación conceptual, porque en las calles hay ya una renovación que es sociológica”, opinó y agregó: “Saber cómo queremos pensar, saber cómo queremos definirnos es importante si queremos estar presentes en el mundo de la cultura y si queremos cambiar el mundo”.
Sendón de León por su parte afirmó que “El concepto de género es un edulcorante, que ha servido para meter en la academia los temas sin nombrar a las mujeres ni al feminismo”. Por otra parte, retomando la propuesta de Rodríguez Magda opinó: “Tenemos que definir ese sujeto político feminista, que siempre tiene que ser un nosotras, porque si no se pierde”.
“Adentro las ventiscas, que se renueve el aire”: Feminismo e industrias culturales
Mercedes Bengoechea, catedrática de Filología inglesa y experta en estudios de género y Pilar Vicente de Foronda, Agente de Igualdad y escultora, relataron sus experiencias y analizaron la situación de las mujeres en el ámbito académico y cultural respectivamente.
Además de analizar los programas feministas en las universidades españolas, Bengoechea destacó que a pesar de los avances a nivel legislativo, el techo de cristal en la academia sigue existiendo, ya que el número de egresadas no se condice con la cantidad de puestos ocupados por mujeres. Y denunció el androcentrismo que se refleja también en la exclusión de las obras de mujeres de la bibliografía de las asignaturas.
Por su parte Vicente de Foronda señaló que en la actualidad las mujeres creadoras se mantienen a fuerza de voluntarismo. La invisibilización de las mujeres artistas ocurren en todos los sitios y la especialista dio como ejemplo el caso de las convocatorias de las administraciones públicas, donde las artistas si llegan lo hacen invitadas por las áreas de género o mujer pero no por las de cultura. “Hay que ser como las sufragistas para denunciar nuestra ausencia en el arte”, propuso y enfatizó: “Queremos la mitad de todo”.
Feminismo y memoria
Las dramaturgas Jana Pacheco, Noelia Adánez y Fiorella De Giacomi realizaron un recorrido por puestas teatrales recientes que reivindican a diversas mujeres importantes a lo largo de la historia. Las artistas plantearon la necesidad de dar cuenta de una genealogía propia. “Los temas que están ahora en el teatro han aparecido porque llegamos las mujeres. No lo hacían antes porque no nos dejaban jugar”, afirmó Pacheco. Ella y Adánez son españolas, mientras que De Giacomi es argentina. Sin embargo, los obstáculos a sortear y las experiencias vividas en el ámbito teatral confirmaron que el machismo se manifiesta de formas muy similares en Europa y América Latina.
Me too: Los problemas que ya tienen nombre o Diseño de un nuevo plan intergeneracional feminista en la cultura
En lo que fuera la última mesa de debate de la jornada, la catedrática de Derecho constitucional y magistrada del Tribunal Constitucional María Luisa Balaguer comenzó repasando los logros legislativos de las últimas décadas en España. “El derecho sirve para solucionar muchas cosas pero eso significa que políticamente hay que tener voluntad. Y por parte de las organizaciones de mujeres yo creo que debería concienciarse de que tenemos que tener un marco constitucional adecuado”.
Luego la filósofa Alicia Miyares repasó las características de las olas feministas para definir la agenda de la cuarta ola que está comenzando. Miyares afirmó que existen dos conceptos muy utilizados en la actualidad, diversidad e identidad, que pueden llevarnos a una trampa. Según la experta, el engaño se encuentra en que ambos combaten la discriminación pero también son inoperantes ante la desigualdad o la opresión: “Si se adueña de esos conceptos, el feminismo no será político sino emocional”, opinó.
Marifé Santiago Bolaños, escritora, filósofa y concejala de Cultura del Ayuntamiento de Segovia y la Subdirectora del Instituto de la Mujer, Raquel Crespo, fueron las encargadas de las conclusiones luego de tantas horas de intercambio y debate. La continuación del diálogo intergeneracional y el involucramiento de los hombres fueron dos de los puntos destacados. En miras al trabajo que queda por delante en el ámbito de la cultura también hubo una coincidencia unánime en que es necesario que las mujeres accedan a presupuesto además de a los espacios de poder. Del reparto presupuestario justo depende en gran medida poder hacer efectivos cambios reales.
Autora: Paula Rey