El otro día surgió con una amiga el tema de cómo asumen las adolescentes la llegada del período. Me comentaba que su hija no quería que la viniera la regla y que estaba viviendo con cierta angustia los problemas aparejados de dolores y malestar.
Ciertamente, y visto desde fuera, tener que soportar todos los meses una hemorragia, en algunos casos intensa, acompañada en muchas ocasiones de dolor, cansancio y malestar, no parece plato de gusto. Recuerdo en mi propia adolescencia que, después de una primera etapa de períodos más o menos indoloros, comencé a padecer los típicos problemas y llegué a no hacer planes en «esos días» por no encontrarme bien o temer desarrollar determinadas actividades por si se me notaba. También recuerdo perfectamente que, algo después, un día me planté y dije: «Hasta aquí hemos llegado. No voy a dejar de hacer cosas por estar con el período«.
Y supongo que esa es la clave y lo único que podemos decir a las jóvenes y a nosotras mismas. Que nos guste o no la regla está ahí, y si no está, malo, porque quiere decir que hay algún problema que nos impedirá en un futuro tener una de las experiencias más únicas, como es la maternidad. Por tanto se trata de tomar las medidas para que esos «períodos» difíciles se hagan lo más cómodos y llevaderos posibles.
Para las más jóvenes, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia tiene una «Guía del ciclo menstrual y visita ginecológica« que, a parte de la extensa parte dedicada al uso de los tampones (obligada imagino por la marca de los mismos que la patrocina), da información y consejos interesantes de una manera sencilla. Por cierto que el método que elijáis para recoger el flujo menstrual, en mi opinión, es siempre muy personal y debe ser el que os guste y resulte más cómodo a vosotras (tampones, compresas o copa vaginal).
Me ha gustado una frase que he leído en un artículo sobre el tema publicado en la web del Instituto Palacios . «No aceptes el dolor menstrual como normal«. A pesar de su radicalidad, creo que expresa bien esa lección, imagino que aprendida de nuestras madres, de que es así y hay que aguantarse, cuando en realidad, lo primero que hay que hacer es descartar que haya algún problema ginecológico que lo produzca.
Mi amiga Ana comenta cómo, después de una operación por una severa endometriosis, el ginecólogo le comento que tenía que padecer unos dolores terribles. Ella explicaba que nunca se le ocurrió consultar al médico porque su madre y hermanas también los tenían.
Una vez descartados problemas de salud, existen variados métodos para combatir los dolores menstruales en los que no me voy a extender. En el anterior artículo o en Medline Plus, podéis encontrar información. En cualquier caso lo mejor es consultar con el médico para que, si esto supone un problema que nos esté impidiendo hacer cosas, dé la solución más adecuada.
Otro tanto ocurre con las reglas muy abundantes. Lo primero, sobre todo si no solían ser así, es consultar con el ginecólogo/a para descartar una causa médica y, en el caso de que no la haya, también desde el campo de la medicina se aportan mejoras. Me ha llamado la atención la página de Trótula crítica. Aparte de esta interesante entrada sobre el tema, en la que se citan posibles soluciones médicas que otros artículos ya mencionan, el enfoque de la página es muy original.
En esta y otras se dan también consejos en torno a alimentación y estilo de vida que pueden ayudar. Me quedo con una frase interesante que he encontrado en la web Wikihow «Afronta la menstruación abundante con una actitud positiva«. Comenta que, aunque esta claro que los dolores y la incomodidad están ahí y pueden ser muy desmoralizantes, tener una actitud positiva y estar decidida a seguir ocupándote de tu menstruación puede aliviarte del agobio psicológico. Y de eso se trata. De encontrar la manera de que esos «períodos» pasen de la manera más cómoda posible y que sean a lo mejor un pretexto para mimarnos, pero nunca un lastre que nos impida disfrutar también en «esos días«.
Autora del Texto: Beatriz Marcos Autores de la Fotografía: Beatriz Marcos y Rafael de la Hoz
Cristina Bote
Bueno que os puedo contar, he vivido cada letra escrita en este artículo como propia, hace unos meses mi hija de 12 años también se incluyo en el paquete de "mujeres" niñas por el mundo y le tuve que dar un intensivo de información del tema. Enhorabuena por vuestros articulo !!!
beamarcos
Gracias por tu comentario, Cristina. La verdad es que son temas de los que hablamos entre nosotras y que rara vez compartimos más públicamente. Me alegra que te haya gustado y espero que haya sido útil. Seguiremos tratando los asuntos que pensamos nos preocupan a las Mujeres Pulpo y cualquiera que nos propongáis. Un abrazo
Mercedes Pascual
Otro bonito y útil artículo, esta vez, para las adolescentes. Gracias Bea