Hay muchas razones, no solo la de ser amante del buen vino, para visitar y disfrutar de La Rioja. Escaparte unos días a estas tierras granates puede resultar interesante por todo lo que te ofrece cada zona. En el caso de La Rioja Alta se encuentran muchas de las mejores bodegas y algunas ofrecen visitas gratuitas y muy completas, con cata incluida, como es el caso de Viña Tondonia.
Tampoco se puede dejar de visitar el Museo de la Cultura del Vino de la Fundación Dinastía Vivancoporque ofrece un paseo por la historia y la cultura del vino a través de exposiciones y vídeos y puede resultar muy ameno incluso a los niños.
Además, este museo se encuentra en Briones, un pueblo precioso de visita obligada, escenario de muchos capítulos de la serie Gran Reserva de Televisión Española y que cuenta con un magnífico restaurante: Los Calaos.
San Vicente de la Sonsierra, Nájera, San Millán de la Cogolla (con sus impresionantes Monasterios de Suso y Yuso), Ezcaray y Laguardia, son algunos pueblos que nos sorprenden por su belleza y que no podemos omitir en nuestra ruta riojana.
Si queremos hacer algún alto para probar la gastronomía de la zona (que está al nivel de sus vinos) tenemos que perdernos por el famoso barrio de la Herradura en Haro (muy recomendables los mesones Bethoveen) o por la típica calle Laurel en Logroño y hacer la ruta de pinchos (algunos de autor, otros tradicionales, pero todos deliciosos).
En San Asensio, un pueblo estratégicamente situado justo en el centro de todos los lugares que hemos repasado anteriormente (lo que resulta perfecto para poder alojarnos allí y así movernos de forma cómoda por toda la Rioja Alta) se encuentra un pequeño y encantador hotel rural: La Capellanía. Cuenta con ocho preciosas y confortables habitaciones, un salón con chimenea, juegos de mesa y autoservicio de bar, un patio exterior muy agradable y una salita donde sirven unos desayunos deliciosos (¡con bollería recién salida del horno!). Las propietarias, Mercedes y Clara, te planifican excursiones y aconsejan acerca de los lugares que merecen la pena, te facilitan todo tipo de información, y se desviven para que tu estancia resulte lo más agradable posible y lo consiguen con creces.
Visitar La Rioja Alta es vivir la cultura del vino, disfrutar de su gastronomía y perderte por lugares increíbles. Te quedarás con ese agradable olor a tierra y a viña… y con muchas ganas de volver.
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Autora: Laura González – La Mujer Pulpo